Lecina Fernández. Psicóloga Clínica
Mi estimado amigo Javier Urra me ha hecho esta pregunta: ¿Cuáles son las causas de la infantilización de la sociedad y cómo afrontarlo? Pensar en ello, me ha llevado a diferenciar el POR QUÉ ocurre del QUÉ está ocurriendo. Esta diferencia es muy importante para no confundir las causas con las consecuencias y por tanto confundir la forma de abordar el problema.
¿Qué está ocurriendo en la sociedad?
Desde la Psicología se ha observado (por recientes estudios y por la evidencia clínica) que la sociedad, está infantilizada. Su conducta es muy similar a una conducta infantil, caracterizada por tener baja tolerancia a la frustración, poco autocontrol, poca capacidad de resiliencia, poca capacidad para resolver conflictos, poca independencia, etcétera. Estas características se pueden plantear como las causas que provocan la infantilización de la sociedad, pero si nos centramos únicamente en ellas “los árboles no dejan ver bosque”.
¿Por qué la sociedad de hoy tiene estas características?
Son muchas las causas que han provocado este resultado, aquí vamos a comentar tres: El tiempo, el espacio y el progreso tecnológico.
- En relación al tiempo, una causa es la inmediatez. Hay escritos sobre la importancia que fue adquiriendo la velocidad en la sociedad. Por ejemplo a principios del S. XIX, las diligencias optaron por cambiar los caballos en las posadas en lugar de parar a que descansasen, para ser más rápidos que la competencia. Y lo mismo ocurrió con la industria y con más ejemplos del día a día. El concepto del tiempo se empezó a vivir de otra manera asociado al negocio y al capitalismo. Por otra parte, la sociedad ha vivido siempre guerras, pobreza, hambruna, y cuando terminaba esa situación volvían a estar en condiciones similares, pero en el S.XX las guerras vinieron acompañadas del progreso tecnológico y con ello vinieron épocas de bonanza, y se pasó de la hambruna a tirar comida. La sociedad arrastrada por la velocidad, pasó a un comportamiento similar a lo que se llama “nuevos ricos” no solo con lo material, también con la actitud y con el cambio de la escala de valores. Alrededor del año 2005 un estudio que se hizo en Europa, comentado en una cadena de radio española, concluía que lo más valorado por los europeos era el individualismo. Y día a día, se ha ido instalando la cultura y la actitud que hoy se denomina “Yo, Yo – Ya, Ya”.
- Respecto al espacio, ha ocurrido algo similar. El espacio nos determina y/o nos condiciona. Hay espacios hostiles, áridos, desérticos, selváticos, de regadío,… cada uno de ellos aporta unas raíces culturales, unas características que les hacen únicos y particulares. El progreso y la globalización han difuminado las distancias, acercado las culturas, pero también han sido una invasión que ha reducido, incluso oprimido o eliminado, la identidad y ha creado el deseo de tener lo que tiene el otro. Y lo mismo ha ocurrido con el nuevo espacio tecnológico de internet y la Redes Sociales: ha invadido, ocupado y conquistado el mundo interior de las personas, manipulando sus pensamientos, emociones hasta el punto de resquebrajar su identidad y transformarse en parte de una masa que se deja llevar.
- La tecnología facilita la vida cotidiana, no hace falta que el ser humano vaya a cazar, o a sembrar alimentos, o barrer la casa,… etc. basta abrir la nevera o apretar un botón para conseguir satisfacción. Las TIC, al facilitar las cosas a las personas, han hecho creer que todo está al alcance de la mano sin esfuerzo. Y la sociedad, como si estuviera en su primera infancia, cree que el mundo gira a su entorno para satisfacer, ya no solo sus necesidades, también sus deseos, e incluso para sorprenderle gratamente y darle lo que aún ni siquiera ha deseado. Es una carrera de velocidad entre el individuo y su entorno como si el tiempo objetivo no existiera en el espacio que vivimos.
¿Causas o Consecuencias?
Viendo “el bosque y no solo los árboles”, lo que se podría pensar que son las causas (la baja tolerancia a la frustración, poco autocontrol, poca capacidad de resiliencia, poca capacidad para resolver conflictos, poca independencia,...) resulta que son las consecuencias de esa velocidad, progreso, capitalismo, etc.
¿Cómo Afrontarlo?
Hay quien piensa que hay que afrontarlo con resignación, aceptar y seguir avanzando con el progreso. Si hacemos únicamente esto, causas y consecuencias se multiplican y superponen sin dejar espacio a las características y valores positivos de las personas. La sociedad continuará centrándose en estímulos hipnotizadores y en el placer inmediato, dando prioridad al estar y no al ser, a la emoción antes que al pensamiento, al presente, sin aprendizaje del pasado y sin proyección de futuro. Para afrontarlo ¿Qué aporta la Psicología a la sociedad para desprenderse del infantilismo?
· Ayudar a las personas a aprender, entrenar su capacidad de control, frustración, habilidades, fortalezas, resiliencia, etc.
· Y además es muy necesario EDUCAR en/para la vida, en el tiempo y en cada espacio, para ser responsables, libres y mejores personas. Educar para saber proyectar futuro, para saber esperar con esfuerzo y esperanza, para amar a las personas y a la naturaleza, para compartir esfuerzos y resultados, éxitos y fracasos.
· Es Hacer-Pensar-Sentir cosas que ayuden a salir de la cápsula del presente y de la inmediatez en la que estamos atrapados y en la que nos hemos convertido en sumisos esclavos de lo material y del placer superficial. Es Pensar-Hacer-Sentir cosas para crecer y madurar y alejarnos del infantilismo, que lleven implícitas proyección de futuro, que requieran esfuerzo constante, cuidado continuo, que alimenten nuestro espíritu, activando así esa parte del ser humano que va más allá de la conducta reactiva primitiva. Cosas, actividades, experiencias que nos conecten con la vida, dando sentido a la vida y a nosotros mismos, que trasciendan más allá de nosotros.