Paisajes interiores

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Lecina Fernández. 4-11-23.
Psicóloga Clínica.
Miembro de Psicoartaes (Psicología y Artes Audiovisuales y Escénicas de Colegio Psicología Madrid)

 

PAISAJES INTERIORES es la primera exposición de fotografía de Myriam Laguía. Me detengo en esta fotografía Refugio efímero. Su composición arquitectónica, su geometría, su ambigüedad entre el dibujo y la pintura de una obra casi abstracta, me crea el deseo de descifrarla, de acompañarla de un análisis, de una historia: ¿Qué es? ¿Qué estoy contemplando? Miro el conjunto, observo por partes y… ¿Qué vemos primero? ¿La gigantesca mancha oscura tan grande que se sale del encuadre por arriba, por abajo, por el lateral?, o ¿esos cuatro puntos negros en el centro?, o ¿ese espacio blanco parcelado como dibujo cartográfico?

¡No es un paisaje plano ni de colores planos! Puedo percibir que estoy situada a vista de pájaro, casi a la altura de la cima de la montaña rocosa y desde ahí veo el precipicio, la inmensa profundidad del vacío, lleno de aire frío, casi helado, y en el fondo, cuatro personas diminutas sobre el suelo nevado. De pronto, por las Leyes de asociación, la de Contraste, me viene a la memoria Caminante sobre un mar de nubes. ¡Parece justo lo contrario! Friedrich Caspar David pinta al ser humano también en el centro, pero no está tocando fondo ni tiene una figura diminuta, su personaje está sobre la alta cima de la montaña rocosa, con una figura de gran proporción en comparación con los elementos del lienzo, contemplando la inmensidad de la Naturaleza, para contar lo que el artista sentía, tanto en su paisaje interior como exterior.

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En la fotografía Refugio efímero también se contempla la belleza sublime de la Naturaleza como en la época del Romanticismo. Pero aquí, no todo es lo que parece, las personas que aparentemente parecen pequeñas ante tal inmensidad, no lo son, sabemos que las vemos pequeñas por la distancia que nos separa; sabemos que están con los pies firmes sobre la nieve, deslizándose sobre ella, dejando sus huellas; son personas del mismo color que la gran roca, evocándonos que son igual fuertes que ella. Pero ojo ¡cuidado! ese “refugio” de confianza con o sobre la Naturaleza no es seguro ni eterno, la autora avisa con el título de la obra que es efímero. ¿Lo sabrán los personajes?  

Otro detalle también relacionado con la Psicología, en la historia que contemplamos, además de identificarnos con el paisaje (1), o con el personaje (2), o con lo que siente y cuenta el artista (3), la autora también aporta una “cuarta línea”, la del espectador: la posibilidad de que adoptemos el rol de narrador (4). Narrador del paisaje interior de esos personajes perdidos o encontrándose consigo mismos; narrador de nuestro propio paisaje interior, con interrogantes, emociones, pensamientos, incertidumbres, espiritualidad, etc., al sobrevolar la escena que contemplamos, o al sentirnos inmersos en ella, o como punto de partida para compararla con la nuestra.

Enhorabuena a Myriam Laguía por crear estas fotografías que, como tantos artistas, provocan con el Arte espacios y momentos de reflexión sobre nuestro entorno y sobre nosotros mismos. Les invito a visitar la exposición Paisajes interiores, a ver la belleza, y a ser narradores y creadores de sus propias historias.