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EL BOTELLÓN, LOS JÓVENES Y LA SOCIEDAD EN PANDEMIA. UNA MIRADA PSICOLÓGICA.

 

Foto de Antena 3.com

Lecina Fernández. Psicóloga Clínica. 20-9-21

Una convocatoria universitaria reunió a 25.000 estudiantes. ¡Qué emocionante! Pero el resultado del botellón –las conductas no cívicas en pandemia, ni con el medio ambiente– es inquietante. Tanto que, en  Telediario, Matías Prat preguntó: ¿Qué se puede hacer para que esto no vuelva a pasar?

Desde la Psicología añadimos: ¿Qué reflexión hacemos y qué aprendemos?

Sobre la convocatoria y la fiesta.

La idea de convocar a tantos estudiantes es una gran experiencia motivacional y social. Y también  una oportunidad de aprender habilidades útiles para su presente y futuro profesional como CONVOCAR, ORGANIZAR y GESTIONAR.  Pero ¿qué ha pasado?

Convocar no es suficiente.  Lo hemos visto muchas veces en el cine: jóvenes estudiantes que montan una fiesta y se les va de las manos hasta el desastre, pero los protagonistas activan su capacidad intelectual y aprenden de la experiencia. Aprenden las consecuencias. Aprender a organizar  objetivos  y recursos. A  gestionar antes, durante y después de la convocatoria. Aprenden el esfuerzo que supone crear, emprender y cerrar el proyecto.  En este macro-botellón podemos preguntarles ¿Qué has aprendido para tu presente y tu futuro personal y profesional? 

Sobre la convocatoria y la salud

Es importante que los jóvenes entiendan que su salud, la de su familia, la de sus amigos y personas de su entorno, según la OMS   (Organización Mundial de la Salud), no solo es la ausencia de la enfermedad, sino el bienestar físico, mental y social. Cuidar y respetar la Salud física y mental,  nuestra y de los demás, es tarea de todos y un botellón de estas dimensiones va en sentido contrario.

Por otra parte, hoy se grita la necesidad de cuidar la Salud del planeta, despertando la conciencia de cuidar el Medio Ambiente, practicar la Sostenibilidad y frenar el Cambio Climático. Muchos jóvenes están de acuerdo. Pero las toneladas de basura y de plásticos que genera el botellón,  esparcidas por espacios sociales, están muy lejos de esa actitud de cuidado del planeta.

¿Jóvenes menos inteligentes?

 Si con el botellón los jóvenes no aprenden competencias, ni cuidan su salud ni la de los demás ni la del planeta, ni aprenden de la experiencia para crecer como personas ¿por qué no salen de ahí? ¿Su inteligencia racional, emocional y social es menor que la de los jóvenes de las películas o los de generaciones anteriores? Podemos preguntarles ¿Combinas su inteligencia con la ilusión de construir futuro? ¿Podemos  escucharte?

¿Qué se puede hacer?

EDUCAR con criterios coherentes y estables para construir esperanza. Educar desde la Familia, desde la Escuela, desde la Sociedad, desde la Política. Educar a madres y padres, profesores, niños, adolescentes, jóvenes, en competencias y consecuencias; en derechos y obligaciones; en saber estar y resolver; en aumentar la capacidad de resiliencia. Todos y cada uno de nosotros formamos parte del entramado de la educación. Cada momento es educación y es esencial para cuidar la Salud del planeta y nuestra Salud física y mental.