A veces nos inventamos e incluso construimos un presente, una vida, que nos resulta
más fácil de soportar, con una felicidad más accesible.
En esa vida llegamos a olvidarnos de nosotros mismos. Recordar y recuperar quienes
somos nos hace felices. Es una felicidad más profunda que existe en el interior de
cada uno de nosotros.
¿Recuerdas quién eres y qué te hacía o hace feliz?